Que ver y hacer en Castellon

Castellon que ver en la provincia y alrededores

El Alto Palancia es una comarca situada al sur de la provincia de Castellón, encajada entre las estribaciones de la sierra de Espadán y de la sierra Calderona. Se trata de un ondulado y vistoso territorio, jalonado por los cultivos en bancal que propicia el curso del río Palancia. El cierre de la autovía Mudéjar, que comunica el puerto de Sagunto con t, ha terminado por acercar a quienes viajan desde Aragón y el corredor mediterráneo. El centro histórico de la comarca es Segorbe, que en los últimos años ha desempolvado encantos escondidos. A la apertura del museo Municipal del Aceite, a finales de 2005, se le ha sumado, desde agosto pasado, el Centro de Interpretación de las Torres de Segorbe, que te permitirá disfrutar de una panorámica inédita del casco medieval.

La visita guiada a este tramo de murallas, entre las torres de la Cárcel y del Verdugo, se hace de martes a domingo a las 12 h. La puedes concertar con Mª Carmen y Rosa (964 71 36 03), que también organizan recorridos guiados por el resto del casco viejo. De la muralla, sólo queda en pie un lienzo, el que discurre desde el acueducto que hay junto a la Oficina de Turismo (964 71 32 54) hasta el cerro del castillo de la Estrella.

El arte de caminar

Tras visitar la Catedral, haz un alto en la tasca El Palen (Franco Ricart, 9) y entra la panadería Pablo y Mario (Papa Luna, 7) para probar sus rosquilletas. Los quesos, embutidos y aceite de la comarca los encontrarás en El Acueducto (Colón, 60). En el término municipal de Segorbe hay 6 recorridos señalizados, como el que llega hasta el olivo de La Morruda, con 1.500 años de vida, o el que discurre hasta el pinar de San Juan. Por aquí también traza su recorrido la vía verde de los Ojos Negros, cuyos tramos más espectaculares se sitúan entre Navajas y Barracas, un total de 40 km al norte de Segorbe. Puedes apuntarte a una excursión en buggy o contactar con Ruralocio , que organiza rutas en bicicleta y a caballo.

Desde Segorbe realiza en coche el itinerario circular que se adentra en la sierra de Espadán: aquí se conservan alcornocales y bosques de pinos. Almedíjar, Ahín y la bella Eslida son paradas obligadas. Como lo es Sort de Ferrer, en la misma vega del Palancia, con su impresionante iglesia de la Concepción y el calvario que sube hasta la ermita de San Antonio.

El primer alto en la ruta tiene nombre propio: el barranco de la Valltorta

Hoy en día te será fácil llegar al Bajo Maestrazgo desde Castellón. Desde la capital sólo hay que tomar el camino que indica la CV-10 atravesando la plana de Borriol y su orgullosa fortaleza. El aire huele a humo y la neblina se pega a los almendros a medida que el paisaje suma pueblos en su lista: La Pobla Tornesa, Cabanes, Cuevas de Vinromá, al abrigo de la sierra de En Galcerán. Por aquí cerca, bien pegado al Mediterráneo, comienza el territorio del Parque Natural de la Serra d’Irta que desemboca en Peñíscola, donde pasó sus último años el célebre Papa Luna.

El primer alto en la ruta tiene nombre propio: el barranco de la Valltorta. El arte rupestre levantino, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1998, tiene en el Parque Cultural Valltorta-Gassulla uno de los más importantes exponentes dentro de la Comunidad Valenciana. El museo de la Valltorta, situado en el término municipal de Tirig, alberga un centro de interpretación de este arte, con una reproducción a tamaño natural de la cova dels Cavalls, uno de los abrigos rocosos que se pueden visitar con un guía. Durante los meses de invierno hay tres visitas diarias. La de las 10 h llega hasta las pinturas de Mas d’en Josep, la de las 12 h hasta la cova dels Cavalls y la de las 16.30 h hasta las coves del Ribassals. El acceso se hace a pie en las dos últimas, con un recorrido que dura unas dos horas y que llega hasta el borde del impresionante barranco de la Valltorta. Disfrutarás de uno de los paisajes más inéditos del interior castellonense, con numerosas barracas de piedra, una construcción típica de la comarca.

Sant Mateu, conjunto histórico artístico, queda a tiro de piedra del museo. Atravesarás campos de cultivo con olivos centenarios antes de desembocar en su plaza Mayor, repleta de tabernas donde reponer fuerzas. Puedes sentarte en la terraza del Bar Amics, preferido por los moteros, y pedir un conejo con caracoles o arroz al horno. Si tienes menos tiempo acércate a la pastelería Gallench, abierta desde finales del siglo XIX y compra los típicos pastissets rellenos de boniato o cabello de ángel . Desde la Oficina de Turismo, situada a dos pasos, organizan visitas con guía al museo Palau Borrull y a la iglesia de San Pedro.  Antes de abandonar San Mateu puedes visitar también la colección paleontológica del museo Juan Cano Forner y luego acercarte con el coche hasta el santuario de la Mare de Déu dels Àngels, un templo del siglo XVI en lo alto de un cerro con unas preciosas panorámicas del Maestrazgo.

Morella, cabeza comarcal del Alto Maestrazgo, no te defraudará. Tienes dos puertas para acceder al casco antiguo: San Mateo y San Miguel. Junto a ésta última hay un aparcamiento (los vehículos no pueden circular por su interior). El museo Temps de Dinosauries (1,80 €), en su nueva ubicación de la capilla de San Miguel, muestra el rico patrimonio fósil de la comarca. Pasea bajo los soportales de la calle  Blasco de Aragón, que cada domingo celebra un mercado, y disfruta la grandeza gótica de Santa María la Mayor. Pero no olvides que el mayor patrimonio de estas tierras son sus gentes.

Queso de pata negra 

Si te gusta el queso, en Morella encontrarás uno de los mejores de España: es el que elaboran en la quesería El Pastor de Morella con leche cruda de oveja (foto). El capricho te saldrá a 18,30 €/kg . Este producto, considerado como el “pata negra” del queso participa en certámenes gastronómicos como Madrid Fusión. No olvides degustar también los típicos flaons de Morella, una pasta rellena de requesón, almendra y canela. Están deliciosos. Dentro de la muralla entra en Guimera (Virgen del Pilar, 27), donde venden miel artesana, y en Casa Masoveret (Juan Giner, 11), por sus jamones y cecina de ciervo. Buenos productos también en Casa Manero (Blasco de Alagón, 8).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *