El camino de Santiago y la naturaleza

Guarda todo lo que veas en la memoria porque los prismáticos y las cámaras pesan si eres peregrino de a pie. Cada lugar lo vivirás en función del cansancio, los dolores, la sed o la luz que haya.

Árboles: los robles

Si comienzas en el Camino de Santiago desde Somport, las montañas calizas forman laderas destentadas que dejan pedrizas y pastos. Los bosques en las zonas altas son de pino negro y abetos; montaña abajo se árboles se convierten en encinas y robles, hasta transformarse en un sotobosque de gayubas y boj. Dueños de estas cimas, las aves.

El Camino de Santiago continúa por las orillas del caudaloso y cristalino río Aragón. Cerca de los pueblos de Tiermas y Escó las montañas de arenisca, de color gris amarillento sin un ápice de vegetación. Acercándote a Leyre la naturaleza agreste te envuelve, piedras milenarias y rocas cortadas que forman farallones rodeados de encinas y robles. Después vendrá el cereal, excepto en los aledaños de la Foz del Lumbier que llevará al peregrino hasta el Puente de la Reina donde se une con el camino de Roncesvalles.

La ruta jacobea en Navarra atraviesa bosques de hayas y robles. El camino sigue descendiendo entre un paisaje repleto de árboles de boj, saúco, boneteros, agracejos, endrinos y helechos. Estos arbustos indican al peregrino el abandono del bosque y la aparición de los prados. Al lado de los numerosos ríos de montaña se encuentran abedules, arces y alisos.

Muy cerca de Pamplona empezará la cebada y el trigo. Un estampa muy similar a que verás al llegar a Estella. Avistaras Montejurra, monte sagrado para muchos navarros y a lo lejos las sierras de Andía, Urbasa y Aralar. Navarra se acerca a La Rioja por Los Arcos y Viana donde los viñedos y los espárragos se alternan con el cereal.

El caminante atraviesa campos de Castilla

Para el caminante las tierras de cereal serán el paisaje que más divise: ocres y amarillos intensos. El que hace el camino de Santiago sigue la gran depresión del Ebro que se extiende entre la sierra de Herrera y Peñacerrada al norte. Bajo sus faldas pasa el río Ebro, y la sierra de la Demanda al sur. El rio Oja provoca una cuenca pedregosa por la que el peregrino atravesará cuando salga de Santo Domingo de la Calzada.

Consulta nuestro articulo 15 consejos para hacer el camino de Santiago.

Ríos caudalosos como el Najerilla en Nájera o el Ebro en Logroño con canales que aprovechan y reconducen las aguas para convertir en un vergel estas tierras, calizas y areniscas bien labradas, un sendero gustoso para el caminante.

Zonas de pocos árboles y cultivos intensivos, encontramos algunos chopos aislados. Las viñas no llegarán hasta Azofra o Navarrete. Entrando en Castilla comenzarán las llanuras que parecen no acabar nunca, la tierra del cereal, pero todavía no escasea el agua, así que el Camino será llevadero, recto y sin complicaciones.

Al entrar en la provincia de Burgos atravesarás los montes de Oca. Son cuatro horas de caminata entre pinos y abetos de repoblación con un sotobosque de helechos, brezos y robles. La travesía se hace muy larga a partir de San Juan de Ortega, un remanso de piedra, luz, paz …

La ruta del Xacobeo: una paleta de colores

Después de atravesar Burgos, el peregrino del Xacobeo se topará con una planicie interminable hasta Hontanas con su gran fuente. Al entrar en Palencia, Itero de la Vega arranca con pequeños altos, con una altitud media de 900 metros, azotadas por sequías y vendavales. Un amarillo intenso deslumbrará al peregrino. La Tierra de Campos se distingue como una zona comprendida entre el río Pisuerga, el canal de Castilla y el río Carrión. Al otro lado se encuentra el río Cueza y el río Cea, donde la desolación y el abandono se convierte en la tónica habitual pero donde aún hoy verás pastorear ovejas y cabras. Largos caminos esperan al peregrino.

Una vez pasado el Carrión y desde las ruinas de la abadía de Benevívere hasta Calzadilla de la Cueza se extiende un trazado complicado, el peor para los pies. Los expertos aconsejan comenzarlo al amanecer para empezarlo con ánimo, así te resultará muy duro. Atravesarás antiguas cañadas reales para la trashumancia del ganado.

El peregrino estará pasando por la España más profunda que diría Machado o Delibes. Nota a los caminantes: en todos los pueblos tienen parejas de cigüeñas. Los árboles de los que se pondrá disfruta durante los senderos de Castilla serán saúcos, sacigatas, mimbreras, álamos, algún aliso … pero sobre todo, síntomas de vida procederán del intenso sol.

Cuando se llegas a Sahagún continúa la dureza del Camino. Si caminas en primavera, por Calzadilla de los Hermanillos, siguiendo la Calzada de los Peregrinos, abundan las charcas con patos y si lo haces en verano, muchos juncos, hierbas altas y con gran sorpresa, miles de saltamontes, los árboles, en cambio, escasean. En estas tierras arcillosas, los adobes son el árbol más adecuado y bandadas de pájaros revolotean.

Desde los Picos de Europa hasta el Bierzo

Saliendo desde Mansilla de las Mulas, te cruzarás con los ríos Esla o Porma que descienden desde los Picos de Europa (ver toda la información sobre los Picos ) dejan zonas de cultivo. Al llegar a Orbigo el peregrino disfrutará del mejor puente gótico de todo el Camino en Hospital y Tuerto en Astorga. Aquí la naturaleza es frondosa; choperas y alamedas de álamos blancos, plateados o temblones, sauces, olmos y negrillos. Destacan dos ciudades en este tramo, León y Astorga, parada fundamental del camino y ciudades que merecen la pena conocer.

Desde Astorga hasta la Cruz de Ferro se extiende la Maragatería, donde el terreno asciende suave y progresivamente es tierra muy seca, de cultivos ralos, aves rapaces, pastoreo escaso. Los bosquecillos de encinas y robles junto a los brezos y los helechos te adelantan que estás cerca de Rabanal del Camino. Después arranca el Bierzo con sus valles abruptos con gran vegetación de castaños, viñedos, frutales y jaras, hasta llegar a Galicia, con la famosa subida del Cebreiro. Desde este punto, muchos peregrinos arrancan el camino pues es el mínimo para conseguir el credencial del Camino. Estas dos comarcas naturales están separadas desde antaño por la geografía, los cultivos y los tradiciones. Ponferrada, Cacabelos y Villafranca son los puntos más destacados en esta zona.

El final del Camino de Santiago

Cebreiro, los últimos kilómetros para la meta

Desde el Cebreiro disfruta el panorama porque no habrá muchas posibilidades de espacios abiertos. Los horizontes en Galicia son estrechos: la sierra de los Ancares, pertenecen a la Iberia silícea por lo que las formaciones rocosas son dignas de disfrutar. Los árboles son numerosos, entre ellos los robles forman las llamadas carballeiras, los castaños milenarios o los tojos que sirven de almohada para las vacas.

Camino hacia Sarria el verde llega al esplendor. Entre charcos y cauces desbordados que hay que salvar hasta el profundo boscaje y escasa luz que va abriéndose en su marcha a Portomarín, donde los viñedos y parras abundan, y los castañales o carballeiras serán sustituidos por eucaliptus y pinos después de Arzúa. Hasta Santiago sólo encuentras eucaliptus, el Camino está totalmente modificado pero las ganas por llegar al final del majestuoso camino te harán ver todo precioso.

Una vez en Santiago, visita nuestro especial del Final del Camino

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