Sóller

Sóller que ver y hacer

El municipio de Sóller, en el norte de Mallorca, ofrece un abanico de posibilidades muy distintas que reflejan las dos concepciones que la gente suele tener de esta isla: playas y chiringuitos por un lado, pueblos encantadores por el otro. Como en otras localidades mallorquinas, estas dos caras se encuentran en dos núcleos separados: el puerto y el pueblo en el interior.

Port de Sóller es probablemente uno de los puertos con más afluencia turística de Mallorca, después de la zona de Palma y probablemente a la par con Port d’Alcúdia. Su playa suele estar atestada de gente, por lo que si quieres conseguir un buen lugar tendrás que ir temprano. El paseo marítimo, con sus numerosos chiringuitos de souvenirs y bares, despiertan la tentación de dar una vuelta. Pero tal vez sea mejor dejarlo para cuando ya no quieras volver a la playa, pues encontrar un buen lugar en la playa de Sóller es toda una odisea en los meses de verano.

Por su parte, el pueblo de Sóller es más tranquilo. Sus árboles ofrecen un paraguas donde refugiarse del calor del verano y hacen agradable el paseo, disfrutando de la imagen típicamente mediterránea del pueblo. Hay un par de edificios que merece la pena ver: la fachada del Banco de Sóller, una obra de arte de la arquitectura modernista; y la Iglesia de San Bartomeu, que data del siglo XIII.

Sóller se puede llegar bien en coche o tomando el ferrocarril de Sóller desde el puerto (o desde Palma). El trayecto en tren, del que hablamos en la anterior entrada del blog, es fantástico y merece la pena hacerlo aunque sea una vez; sin embargo, si vienes en coche puedes aprovecharlo para acercarte a los embalses de Cúber y del Gorg Blau, rodeados por las montañas y perfectos para disfrutar de un picnic o simplemente relajarse.

Como suele suceder en MallorcaSóller ofrece posibilidades para todos los gustos.

Tren de Sóller

El ferrocarril de Sóller hace la ruta entre Palma y Port de Sóller, pasando por el propio pueblo (como sucede a menudo en la isla, el puerto es un núcleo separado del pueblo en sí, situado tierra adentro). Aunque mucha gente lo utiliza para ir de Palma a Sóller o hasta el puerto, también hay bastantes turistas que lo toman en Port de Sóller para acercarse al pueblo, que por sí solo merece una visita.

Pero el viaje en sí mismo ya es toda una experiencia: el tren es de los del siglo pasado, con los antiguos vagones de madera y asientos igualmente vetustos (de madera los de segunda clase, y acolchados los de primera). La estación de tren de Sóller, por su parte, tiene sus orígenes a principios del siglo XVII (aunque en aquella época, lógicamente no era una estación de tren).

Aunque lo más habitual para los turistas es subir des de Port de Sóller, merece la pena hacer el trayecto hasta la estación del Mirador Pujol de’n Banya, antes de entrar en el túnel que da al lado de Palma de Mallorca. Hasta llegar al túnel, el recorrido atraviesa los maravillosos parajes de la Serra d’Alfàbia (la cual forma parte de la Serra de Tramuntana, la cordillera que ocupa el norte de la isla). El momento más hermoso llega cuando el tren cruza el viaducto Cinc Ponts (Cinco puentes), a medio camino entre el túnel y Sóller. El pueblo también merece una visita, como podrás comprobar en la próxima entrada del blog.

La playa Deià en Sòller

Deià, en las cercanías de Sòller, no es uno de los pueblos más conocidos de Mallorca, pero sí uno de los más bellos. Ofrece múltiples posibilidades, desde dar un paseo pos sus calles o hacer alguna de las cercanas excursiones, hasta darse un chapuzón en su cala de aguas limpias.

Pero uno de los mayores encantos de Deià es su conjunción entre el encanto de los pueblos de montaña y su relativa cercanía a la playa. A Cala Deià se puede llegar fácilmente en coche, pero muchos optan por una pequeña excursión (por el Camí des Pont de sa Cala o Camí de sa Pesta) tras la cual el chapuzón sienta como un merecido premio. A pesar de conservar su carácter natural (conserva incluso el varadero con los amarres para las barcas de pesca) cuenta con bares que facilitan el no tener que preocuparse por llevar el almuerzo.

Los amantes del senderismo cuentan también con algunos senderos de montaña, como el Camí des Ribassos, que parte del pueblo; o el del Mirador de Son Bujosa, al que se llega desde Cala Deià. Seas amante de la playa, de la montaña, o simplemente de la tranquilidad que ofrecen los pueblos de montaña, Deià tiene mucho para ofrecerte.

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