Que ver en Salamanca

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Salamanca que ver y hacer

La ciudad de Salamanca es una de las más interesantes del España. Fuera de su conocida parte y condición estudiantil, Salamanca está conectada con la historia del arte, la cultura, la política,… Aunque no podemos olvidar que antes de nosotros hacer nuestro viaje a Salamanca ya estaban los estudiantes.

Con una pequeña pensión en la zona vieja de Salamanca, podremos disfrutar de la historia de sus calles, los recuerdos de las tertulias de algún que otro artista en sus terrazas o de cualquier momento de aquella época en la que hasta el pequeño acontecimiento era muestra de una vida interesante.

En nuestro viaje a Salamanca descubriremos el lujo de lo pequeño y de aquello que parece que se muestra escondido ante nuestros ojos, aprenderemos a sorprendernos y a dejarnos sorprender.

Qué ver en nuestro viaje a Salamanca

Los tunos cantan sus canciones tristes en la Plaza Mayor de Salamanca, mientras algunos visitantes y salmantinos reposan en alguno de los doce bancos de piedra de la plaza, cotizados en función de la posición del sol. Hay otros, estudiantes y jóvenes que prefieren sentarse en el mismo suelo. Y es que aquí cobra sentido aquello de “lo más cotidiano se convierte en extraordinario.”

Podemos recorrer Salamanca viéndola como la ciudad estudiantil que sigue considerándose o como una de las paradas de la antigua Vía de la Plata, la antigua calzada romana que unía Emerita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga).

Salamanca no tiene sólo una catedral, tiene dos: la Vieja y la Nueva. La torre de la Catedral Nueva ha sufrido duros daños durante el terremoto que asoló a Lisboa. Aunque su momento habían decidido derribarla, al final consiguieron mantenerla en pie, rodeándola con una especie de faja que recorre toda la base de la catedral. Su interior no se salva de estas “heridas de guerra”, alguna grieta y desprendimientos, todavía pueden observarse a simple vista.

Otros edificios han vuelto interesante a Salamanca como las Escuelas Menores, en cuya capilla nos encontramos con pinturas tan conocidas como El cielo de Salamanca a finales del siglo XV, obra del artista Fernando Gallego. En el mismo patio de las Escuelas Menores se rodaron películas como El tuno negro o Los fantasmas de Goya.

El ambiente juvenil en Salamanca

Cuando llega el verano, los extranjeros llegan para aprender español y sustituyen al resto de estudiantes que alimentan el ambiente de la ciudad durante el resto del año. Aunque mucha gente llega sólo a Salamanca para visitar la Universidad. Uno de los rituales más conocidos por los estudiantes, consiste en llegar hasta ella, colocarse enfrente y localizar la rana en la calavera. Lo que no saben estos turistas que todavía queda mucho por descubrir en la vieja Universidad: desde un mono coprófago hasta la historia fascinante de su interior.

En verano, cuando más visitas recibe Salamanca, no se oyen los pasos acelerados de los estudiantes en la Universidad, así que se pueden contemplar mejor sus aulas. Entre ellas la de Fray Luis de León en donde pronuncia su famosa frase “Cómo decíamos ayer…”. En aquella época sacarse la carrera era mucho más difícil que hoy en día, tanto por lo económico como por los años de estudios. Sólo para obtener el grado era necesaria una misa en la Catedral, entre otros muchos rituales.

Los alumnos de aquella época tenían prohibido cruzar el puente romano, pasaban el río Tormes en barcas engalanadas con ramas, iban directos a la iglesia para confesarse. Los vicios de aquellos estudiantes iban desde la holgazanería, a la taberna o la lujuria.

Turismo rural en Salamanca:De la Sierra al Campo Charro

La apertura de la autovía A-62, que une la capital charra con Ciudad-Rodrigo, pone a tiro de piedra el recóndito valle de las Batuecas y la comarca de la Sierra de Francia, cuyo pico es el epicentro de nuestro recorrido.

Desde aquí, pon rumbo al oeste por la PSA-352, que desciende de la Peña de Francia hacia Monsagro. En esta localidad se está construyendo un museo de fósiles. De momento, puedes ver estas crucianas (huellas fosilizadas de trilobites marinos), en las fachadas de muchas viviendas, incluso en la fuente de la carretera que viene de la Peña. Después, visita las eras y la iglesia parroquial, con una interesante talla del Cristo de los Afligidos, del siglo XVI.

Bordea la sierra del Guindo hacia El Maillo y El Cabaco, al norte de la Peña de Francia, donde hay áreas recreativas como El Pinarejo y La Dehesa.

Oro y Wolframio

En El Cabaco está el centro de Interpretación de la minería romana del oro de Las Cávenes . Las minas fueron unas explotaciones a cielo abierto de las que se extraía wolframio en la II Guerra Mundial.
Pero regresa a la actualidad porque, de los doce conjuntos históricos de la provincia, cinco están en la sierra de Francia: Sequeros, Mogarraz, San Martín y Miranda del Castañar y La Alberca, capital turística.

En ésta, al final de la tarde, espera el paso de la moza de ánimas moviendo su esquila y llamando a oración. Antes, acércate al crucero que preside la Plaza Mayor y deambula por sus rincones y tiendas. Prueba las obleas artesanas de Dolores Cilleros (Luciano Barcal, 4) y visita el Museo de Trajes y Joyas  y la Casa-Museo Satur Juanela .

ARTE RUPESTRE Y SPA

Casi todo el territorio serrano pertenece al parque Natural de Las Batuecas y Sierra de Francia. La Casa del Parque se encuentra en La Alberca, junto a la carretera que asciende a El Portillo.

El sendero GR-10 atraviesa el parque de este a oeste, entre Sotoserrano y Monsagro. Otra ruta recomendada es la que conecta La Alberca con el monasterio de Las Batuecas y el Canchal de las Cabras Pintadas, un abrigo rocoso con restos de pinturas rupestres.

Pasea luego por bellos rincones como San Martín del Castañar, Mogarraz o Sequeros. En Miranda del Castañar encontrarás el meandro del río Alagón y dulces y artesanía en El Trovador, la antigua cárcel.

Y para relajarte, dos hoteles con spa: Abadía de los Templarios, en La Alberca, y Villa de Mogarraz .

Jamón, jamón

Las dehesas salmantinas surten de materia prima de calidad a las fábricas de jamón y derivados del cerdo ibérico de la Sierra de Francia con La Alberca y Mogarraz como abanderados. Haz un alto en Calama, en Mogarraz, y llévate un recuerdo en forma de jamón, morcón, paleta o lomo. En La Alberca, visita Cárnicas Madroñal de la Sierra y Julián Becerro.

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