Ruta por el macizo de Ayllon

Ayllon una ruta por el macizo y alrededores

Sierras de Ocejón y Alto Rey

Las guías oficiales hablan de la ruta de la arquitectura negra ciñéndola al puñado de valles entre los que se encajonan los ríos Sorbe y Jarama, en la esquina noroccidental de Guadalajara, a los pies del Ocejón: Majaelrayo y Valverde de los Arroyos a la cabeza. Pero en el horizonte septentrional de esta provincia es posible encontrar otros pueblos que nunca salen en los folletos. La comarca situada en la vertiente sur de la sierra de Alto Rey, por ejemplo, parece haberse vuelto invisible. Aquí pusieron sus ojos los ingleses a mediados del XIX: en Hiendelaencina se extraía mineral de plata que luego era fundido en la fábrica La Constante, en Gascueña de Bornova. Los lingotes se transportaban en carros hasta la Casa de la Moneda, en Madrid. Desde Gascueña sube a la ermita del Cristo, del siglo XII; lo más sencillo es hacerlo por la pista forestal que sale de Bustares.

LA VILLA DUCAL

Cualquier recorrido pasa por Cogolludo, villa a la que algunos llaman “la llave de la sierra”: desde aquí parten todas las carreteras que ascienden hacia los pueblos negros. Parece ser que por la zona se movió con su guerrilla El Empecinado, cuando la invasión napoleónica. La Oficina de Turismo organiza visitas guiadas al palacio de los Duques de Medinaceli. Pasea por su plaza Mayor y entra en la iglesia de Santa María.

De muchos de los embalses de la zona bebe Madrid. Puedes bordear el de El Vado, siguiendo una carreterucha de la Confederación Hidrográfica que parte muy cerca del desamortizado monasterio de Bonaval. El lugar mantiene el encanto de lo recóndito. Como lo tiene la pequeña ciudad encantada de Tamajón. Y los caseríos de Campillejo y Campillo de Ranas, rendidos ya a la simetría de la pizarra. En este último repón fuerzas en La Fragua (949 82 34 93), antes de afrontar la vertiente norte del Ocejón. Pasarás  por Almiruete –no te pierdas la espadaña  románica de su iglesia– y Valverde de los Arroyos (ver sección fin de semana), el pueblo más visitado de la comarca.

De la fortaleza de Cantalojas, donde Icíar Bollaín rodó su película Flores de otro mundo, sólo queda un lienzo de la muralla. Al contrario que el castillo de Galve de Sorbe, que se mantiene en pie. En el pueblo son dignas de ver las dos picotas (columnas de piedra donde se exhibían las cabezas de los ajusticiados) que se conservan, una frente al Ayuntamiento y otra en el parque.

Disfruta con tiempo

Cualquier recorrido por la vertiente septentrional de la sierra de Ayllón pasa, necesariamente, por sus tres principales enclaves monumentales: Riaza, Ayllón y Maderuelo. Las plazas mayores de las dos primeras son unos excelentes ejemplos del espacio porticado castellano, centro de la vida social. Es una pena que los ayuntamientos no hayan sido capaces de afrontar el problema que causan los vehículos que las abarrotan permanentemente.

Disfruta con tiempo de la panorámica que hay en lo alto del puerto de La Quesera, pasado Riofrío de Riaza y su hayedo, que es uno de los más meridionales de Europa. En Riaza debes hacer dos cosas: comprar los típicos borrachos (bizcocho empapado en almíbar de Jerez) en la panadería Alcón (plaza Mayor, 8) y probar el cordero asado que hacen en el restaurante La Casona (Iglesia, 5).

Toma la calle que bordea la iglesia de Nta. Sra. del Manto e irás a parar a la carretera comarcal SG-V-1111, que conduce hasta la ermita de la Virgen de Hontanares, donde cada 8 de septiembre se celebra una animada romería. Luego, la misma vía se interna en los pueblos más vistosos de la arquitectura roja: Alquité, Villacorta y Madriguera. En la Oficina de Turismo de Riaza (921 55 01 45) te facilitarán información sobre los itinerarios que se pueden hacer a pie por los alrededores. Dejando atrás Madriguera se llega a los casi despoblados caseríos de El Muyo y Serracín.

En Serracín ya anduvieron los romanos extrayendo plata, aunque hoy sólo destaque la inhiesta espadaña de su iglesia de Nta. Sra. de la Natividad (construida en 1702). Éste fue el municipio más pequeño de Segovia, no tiene agua corriente ni alumbrado y hoy en día es uno de los puntos de acceso al hayedo de Tejeda Negra. Parecida suerte corre El Muyo, pueblo de perfil pizarroso y corrales despanzurrados. En unos meses se abrirán aquí un par de alojamientos rurales.

HACIA LA TIERRA DE AYLLÓN

El río Aguisejo y su vega te llevarán desde Santibáñez de Ayllón hasta Estebanvela y Ayllón. En el primero quedan en pie unos diez palomares circulares, muestra de la pujanza que tomó en su momento la cría de estos animales. Y en Ayllón, al que se llega bordeando el río y la calle de los Adarves, la única puerta que queda en pie de la primitiva muralla te deja frente a la Casa del Cordón. Visita el Museo de Arte Contemporáneo Obispo Velosillo, de entrada gratuita.

Si sigues el curso del río Aguisejo, te conducirá hasta el embalse de Linares, el mismo que casi convierte en isla a la villa de Maderuelo, una de las que mejor conservan su aspecto medieval. Hasta diez parroquias llegó a tener en el siglo XIII, aunque ahora sólo conserve dos. Pasea por sus calles y acércate hasta la ermita de la Vera Cruz, de origen templario. Desde Ayllón también puedes tomar la carretera de Soria y luego desviarte hacia el yacimiento arqueológico de Tiermes (Soria). O bien, continuar hasta Cuevas de Ayllón, otro caserío con una pintoresca ermita, la de San Isidro. En Liceras y Montejo quedan en pie dos atalayas de vigilancia árabe, aunque lo más vistoso lo atesore Valderromán, con su encinar centenario.

Embalse de Linares:Para los amantes de la pesca

La Mansiega es un antiguo pajar rehabilitado y abierto en septiembre de 1999 por Justi. Aldealengua está a sólo 5 minutos en coche de Maderuelo y del embalse de Linares. Las habitaciones están en la planta superior y se accede por una preciosa e iluminada escalera de madera. Son pequeñas pero muy acogedoras: techos abuhardillados, suelos de gres rústico, cabeceros de forja y paredes con el frente de piedra. Lo mejor: las vistas del macizo de Ayllón.

Junto al yacimiento de termes

La casa rural La Abuela es un edificio de nueva construcción. El alojamiento cuenta con 5 habitaciones distribuidas entre la primera y la segunda plantas. Las dos de arriba están abuhardilladas y le dan un poco más de encanto a un establecimiento con más hechuras de hostal que de alojamiento rural. Lo mejor: está ubicada en el casco urbano de Montejo y cuenta con restaurante propio. También venden quesos y miel de la tierra.

En el pueblo rojo

La Estepa es una de las casas rurales más antiguas de la comarca. En junio de este año hace diez que Encarni y Miguel Ángel acabaron la rehabilitación de esta casona. El paso del tiempo se percibe en el interior, repleto de objetos cotidianos, nada que ver con una decoración de revista. Las estancias están en la planta superior y se nombran como las especies arbóreas de la zona: roble, haya, encina, tejo y fresno. Sencillas y muy acogedoras. El Pino es la más bonita.

Una escapada con los niños

Juan Carlos Martín y su familia regentan el centro de turismo rural El Caz del Molino, situado entre Riaza y Ayllón, en una zona rodeada por un encinar centenario. Suelos rústicos, viguería y contraventanas de madera y, sobre todo, mucha tranquilidad. Los desayunos dejan huella. Dos habitaciones tienen terraza y otra es triple, perfecta para viajar en familia. Juan Carlos te explicará todos los sitios que quedan a tiro de piedra de la casa y que puedes visitar.

Ecos del pasado

El yacimiento de Tiermes guarda los restos arqueológicos de la que fuera, junto con Numancia, la segunda gran resistente celtibérica al dominio de los ejércitos romanos. Además de recorrer a pie la excavación (muralla, acueducto, foro y castellum aquae), la ermita románica y la necrópolis rupestre, puedes visitar el Museo Monográfico de Tiermes (abre de 10 a 14 h y de 17 a 21 h), por 0,60 €. Lo peor, la línea de generadores eólicos que culmina las cumbres de la sierra de Pela y estropea el paisaje.

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