Cuacos de Yuste que ver y hacer
El paisaje más salvaje de la comarca, en la sierra de Tormantos, al noreste de Cáceres, se toma un respiro en Cuacos de Yuste, un lugar para pasear por la historia. Carlos V, el emperador más poderoso del mundo, escogió este microclima para retirarse al final de su vida. Hoy es uno de los rincones más peculiares de Extremadura, un entramado de calles repletas de fuentes y plazas en mitad de una naturaleza que bebe el agua de Gredos para formar gargantas, arroyos y piscinas naturales.
El recorrido por Cuacos comienza en la plaza de Juan de Austria, donde está la casa en la que vivió el hijo que el emperador tuvo con la noble Bárbara Blomberg, conocido como Jeromín. Esta plazoleta ha sido reconstruida en forma de anfiteatro y está rodeada por antiguos secaderos de pimiento. Continúa hacia la plaza de España, de pintorescos soportales. Aquí verás los ejemplos más claros de la arquitectura de La Vera: casonas de mampostería en la planta baja y adobe con entramado de madera arriba.
LAS PIEDRAS HABLAN
La última de las plazoletas de Cuacos es la de la fuente de los Chorros. Un rincón especial: las hendiduras que presenta son la huella de siglos de servir como apoyo a los cántaros de agua. Pero Cuacos está ligado a la figura del Carlos V y el monasterio de Yuste es lo más destacado de la comarca. Su origen se remonta a principios del siglo XV con la llegada de dos ermitaños, acogidos a la Orden de San Jerónimo.
Pero no fue hasta 1556 cuando se levantó el palacio que albergaría al Emperador. Verás algunos muebles originales, como la silla que se construyó para el monarca, que sufría gota, la litera que le transportó hasta Yuste o la cama en la que falleció a los 58 años. Más abajo está el cementerio alemán. En este paraje de cruces alineadas entre olivos están enterrados los soldados alemanes que fallecieron en territorio español durante las dos guerras mundiales.
La ruta del pimentón
El pimentón es el condimento más genuino de la cocina extremeña. El clima especial de La Vera, con tierras regadas por el Tiétar, permiten el cultivo de un pimiento de gran calidad. El preciado polvo rojo extremeño está ligado a la comarca desde que Colón ofreció este producto traído de América a los Reyes Católicos en el monasterio de Guadalupe. Los monjes se encargaron de distribuirlo por otros conventos, hasta que llegó al de Yuste, donde los jerónimos se convirtieron en los primeros en desecar el pimiento y utilizarlo como condimento. Haz dos visitas: a la fábrica de pimentón Los Extremeños ; y al Museo del Pimentón, de Jaraíz de la Vera (plaza Mayor, s/n).
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CÓMO LLEGAR
En coche: desde Madrid por la N-V hasta Navalmoral de la Mata dirección Cuacos de Yuste. Desde Sevilla por la N-630 hasta Mérida y desde aquí por la N-V hasta Navalmoral de la Mata.
DÓNDE DORMIR
Hotel Rural Abadía de Yuste. En el centro de esta casona, una fuente de piedra sirve de separación para dividir dormitorios, restaurantes, cafetería y jardín con piscina. Sus 15 estancias, todas diferentes, tienen mobiliario de madera y suelos de barro cocido. Hay bañeras de hidromasaje en todas las habitaciones.
DÓNDE COMER
Para degustar la cocina monacal típica de Yuste, reserva mesa en el restaurante Abadía de Yuste . Algunas sugerencias: migas veratas con huevo de campo, espárragos gratinados con torta y pimentón de cuacos sobre salmón marinado. Bar Emperador. Plaza de España. Tapas a base de embutidos de la tierra y migas.
