Tipos de cabinas en los cruceros

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Como sabes, hay muchos tipos de cruceros, unos que puedes coger mejor y otros que se salen quizás de tu presupuesto. Pero lo que sí está claro es que, a la hora de reservar un crucero, hay ocasiones en que puedes elegir la cabina que vas a querer, es decir, el alojamiento que quieres para tu estancia en el barco durante el tiempo que dure el viaje. Sin embargo, ¿sabes los distintos tipo de cabinas que hay en los cruceros? Si no es así sigue leyendo y te lo contamos para que sepas elegir el que más te conviene.

A la hora de reservar o pensar en un crucero, una de las premisas más importantes es la de escoger la cabina, es decir, el lugar donde vas a dormir y a pasar una parte del viaje, al principio durante más horas, porque es posible que te sientas algo intimidado al estar con tantas personas; y después menos horas porque has disfrutado de la compañía y no quieres estar aislado en la cabina.

Tipos de cabinas

Ahora mismo, y en principio generalizándolo a todos, aunque no es lo más habitual, tendrás cuatro tipos de cabinas: Cabinas de interior, cabinas de exterior, cabinas de exterior con balcón y Cabinas suites.

¿Qué diferencia hay entre las cabinas de interior y las de exterior? Pues una que puede venirte bien saber, sobre todo si no te gustan los espacios cerrados. En las cabinas de interior normalmente no hay ventana (es cierto que algunos, quizás por ese problema de la claustrofobia, han pensado en ello y decidido de poner un ojo de buey pero puedes encontrarte sin él), mientras que en los camarotes exteriores sí que vas a tener ojo de buey o ventana que te de al exterior.

Todo esto va a depender de cómo de grande sea el barco y dónde estés alojado.

Después tienes los camarotes exteriores con balcón. Estos camarotes suelen ser más caros pero a cambio tiene más tamaño y un balcón para disfrutar del mar.

Por último estarían las suites que van entre 25 y 500 metros cuadrados. Puede que haya de varios tamaños, todo va a depender del barco que cojas para el crucero.

Estas serían las cabinas que hay y su precio va elevándose conforme pedimos una cabina más amplia.

La cabina según tus gustos

Las cabinas no han de escogerse a la ligera sino que convendría escoger la que mejor se adapte a uno. Por ejemplo, si vas en familia es conveniente que los camarotes estén juntos, o incluso conectados entre sí. También podrías coger una suite, que sale más cara, pero alojar ahí a tus hijos, de tal manera que toda la familia duerme en un mismo lugar. Así ahorraría mucho.

Después tienes las personas que van solas. Dependiendo de si sufren claustrofobia o no, podrán ahorrarse algo porque normalmente las personas quieren camarotes exteriores para poder contemplar el mar y el camino mientras están en la habitación. Pero si la habitación solo la vas a usar para dormir poco te va a importar tener vistas o no porque la única que tú vas a mirar va a ser la vista de la cama y después poco más.

Sin embargo, si los espacios cerrados no te gustan, entonces sí deberías escoger una más abierta con ojo de buey si las interiores no lo tienen.Y si vas con tu pareja, los camarotes con balcón serían ideales, que, aunque no tienes mucha intimidad en un barco, al menos disfrutas de unas vistas hermosas.

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