Almeria

Almeria capital que ver y hacer

Con más de 3.100 horas de luz al año, Almería se ha modernizado en los últimos tiempos aunque no por ello se olvide de su pasado. Para empezar, sitúate en la puerta de Purchena, que con sus bellos edificios modernistas, se ha erigido en el corazón de la ciudad. De aquí parten todas las calles comerciales, hasta llegar al casco viejo.

Enamórate de esta ciudad marinera, rebosante de luz, que prepara con mimo sus Juegos Mediterráneos. Pasarás unos días inolvidables entre almenas, barcos y suma tranquilidad.

De paseo por la ciudad antigua

Tu primera parada en el casco viejo: la Catedral (de lunes a viernes, de 10 a 16.30 h; sábados, de de 10 a 13 h. Entrada: 2 E). El templo se levantó en el siglo XVI como fortaleza para defenderse de los piratas berberiscos. También los árabes quisieron proteger la ciudad de los asedios, de ahí que Abderramán III construyera la Alcazaba en el año 955. Puedes acceder a ella por la calle Almanzor, dejando atrás la plaza Vieja y el Ayuntamiento. Entra por la puerta de la Justicia a través de una rampa protegida por la torre de los Espejos.

El conjunto monumental (de martes a domingo, de 9 a 18.30 h) se divide en tres recintos amurallados, dos musulmanes y uno cristiano. Tómate tu tiempo, lo necesitarás: estás en la mayor ciudadela fortificada construida por los musulmanes. Además, como mirador es único: la panorámica sobre la ciudad es impresionante. Y sus pies, el popular barrio de la Chanca, formado por casas-cuevas.
Si quieres llevarte algo cien por cien almeriense a casa, cómprate una jarapa, alfombra de colores hecha con restos de telas.

El antiguo casino de la ciudad se ha transformado hoy en un divertido y concurrido pub irlandés donde lo mismo podrás tomar una pinta que unas tapas o un café. Ahora se llama Molly Malone (Paseo de Almería, 56); entra y disfruta de su buen ambiente. Más tranquila resulta la Tetería Almedina (Paz, 2), donde podrás saborear un té a la menta acompañado de los tradicionales dulces árabes de miel y frutos secos.

Si quieres llevarte algo cien por cien almeriense a casa, cómprate una jarapa, alfombra de colores hecha con restos de telas. Las encontrarás por todas partes, como en el Centro Municipal de Artesanía (mirador de la Rambla). Aquí también venden platos con el característico Índalo, representaciones en cerámica de trajes regionales y reproducciones de la arquitectura típica del cabo de Gata. Para los gourmets, una recomendación especial: aceites del desierto de Tabernas. Puedes degustarlos y comprar una botella en el Museo del Aceite . Tiene almazara y bodega propias. Los golosos se sentirán a sus anchas en La Dulce Alianza (paseo de Almería, 18) o en La Flor y Nata (Mariana, 11), ambas con tentadoras propuestas: roscos de vino, mermeladas caseras, hojaldres, alfajores y naranjas escabechadas.

Almería no se queda atrás en cuestión de vanguardias, a las que otorga el protagonismo que merecen en el Centro de Arte Museo de Almería (plaza de Barcelona, s/n. También resultan de interés las exposiciones temporales que se organizan en los antiguos Aljibes Árabes (Tenor Iribarne, s/n), del siglo XI, y en el Centro Andaluz de Fotografía (Escuela de Artes. Pablo Cazard, 1. ). No te las pierdas.

Nos vamos de tapas por Almeria

Migas con tropezones, pescaíto frito, callos o almejas. Y, por supuesto, el inevitable cherican o: pan tostado con alioli cortado al biés aderezado con atún, jamón York o morcilla. Cualquier excusa vale para salir a tomar una cerveza bien fría o una copa de manzanilla. La zona de las Cuatro Calles está llena de bares. Prueba suerte en cualquier taberna –ninguna te defraudará– o pide en la Oficina de Turismo el plano de la Ruta Almería Sabrosa, que empieza en la Plaza Vieja. Entra en Casa Puga (Jovellanos, 7): ofrece 70 clases distintas de tapas. Entre sus especialidades, las gambas rebozadas y las huevas a la plancha. En Casa Joaquín (plaza del Quemadero) sirven unos riquísimos boquerones y en El Quinto Toro (Juan Leal, 6), junto al Mercado, insuperables fritadas de lomo y patatas a lo pobre. De ambiente taurino, es todo un clásico abierto hace más de 50 años.

 

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