Un viaje Sorprendente por Rotterdam 

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Rotterdam es una de las ciudades de Europa que más sorprende y desconcierta al viajero. Quizá sea por su arquitectura original, o quizá sea por la vorágine de gente que se mueve alrededor de sus múltiples restaurantes y tiendas del centro. Lo cierto es que nada le pasará desapercibido a ningún turista que viaje a Rotterdam.

Rotterdam se levanta en la confluencia del Rin y el Mosa, en su desembocadura en el Mar del Norte. Uno de los personajes más ilustres de la ciudad, Erasmo de Rotterdam, ha influido de manera notable en su apariencia actual.

No viajes a Rotterdam pensando que encontrarás en esta ciudad europea una copia de su vecina Ámsterdam. Las dos ciudades holandesas son completamente diferentes. Rotterdam es una ciudad moderna, muy evolucionada y con una arquitectura que impacta. La historia ha marcado los edificios del pasado y del presente. Si queremos conocer sus antecedentes no hay más que visitar el Museum Het Schielandshuis, en pleno centro, lo que nos permitirá dar un repaso por todos los acontecimientos que han marcado a la ciudad.

Curiosidades en Rotterdam

La vida en las calles de Rotterdam se mueve entre iglesias, tiendas, restaurantes y exposiciones. Para ir de un lado a otro de Rotterdam, lo mejor es alquilar una bicicleta, una de las costumbres más arraigadas en la ciudad. Por tan sólo seis euros al día se puede recoger a tres minutos de la Estación Central, en By Cicle.

Una de las zonas con más animación de la ciudad es Blaak. Una explanada enfrente de la estación de metro en el que, durante cada martes y sábado, tiene lugar el mercado más grande de toda Holanda. En él podemos encontrarnos quesos holandeses, flores y comida típica, aunque también hay una sección especial para la cocina étnica, ya que más de 300.000 habitantes de la ciudad son de origen extranjero.

Cerca del mercado se encuentran los edificios más originales de la ciudad: las casas-cubo. Los Kijk-kubus son bloques de color amarillo y gris que se mantienen en un equilibrio casi imposible formando un árbol original con cuarenta casas-cubo. Una original idea del arquitecto Piet Blom. Puedes visitar el interior de estas casas por sólo 2,50 euros y así comprobar cómo es su decoración interior, que tampoco pasa desapercibida.

Al lado de las casas-cubo se encuentra el “edificio lápiz”, llamado así por su semejanza con un lapicero.

De compras por Rotterdam

Algo que no falta en Rotterdam son los restaurantes y las tiendas. De hecho, la calle Lijinbaah, la principal calle de tiendas de la ciudad, fue la primera calle peatonalizada de toda Europa.

Aunque si quieres comprar algún objeto cultural, tendrás que dirigirte hasta Witte der Withstraat con un gran número de galerías de arte y boutiques. Algunas de estas tiendas son muy curiosas. Mientras que unas recogen los últimos diseños de los jóvenes creadores de moda, otras muestran ropa interior bajo las paredes de un antiguo banco. Después de la jornada de compras toca recobrar las fuerzas. El restaurante de moda en la ciudad es el Bazar, un hotel y restaurante que fusiona cocina típica de África con la cocina de Oriente Medio.

Un hotel original en Rotterdam

Si quieres una estancia completa en la sorprendente ciudad de Rotterdam, no tendrás más que dormir en el SS Rotherdam, un trasatlántico de 1959, que realizó su viaje inaugural hasta Nueva York con más de 2.000 pasajeros. Cuenta con un sinfín de comodidades revolucionarias para aquella época.

Ahora podemos recordar el glamour de los años 50 paseando por su cubierta en alguna de sus 254 cabinas completamente restauradas. Toda una experiencia por unos 120 euros la noche.

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