Inverness

Inverness es muchas cosas, la capital de las Highlands escocesas, un puerto en la desembocadura del Gran Glen, un burgo real y uno de los asentamientos más antiguos del Reino Unido.

Esta hermosa y pequeña ciudad tiene una larga historia con los suficientes atractivos como para justificar una larga parada en nuestro camino.

Hay muy buena comida, bebida y muchas opciones para las compras en Inverness, desplegada a ambos lados del poco profundo Río Ness.

La ciudad e Inverness, además, es una excelente base para explorar las maravillas de las Highlands, como Loch Ness, la Isla Negra y el Castillo Cawdor.

Lo más conveniente es recoger nuestra información turística en la Oficina Turística del Castillo Wynd, justo al lado de High Street y prepararnos para emprender una memorable aventura.

Por supuesto, ya que llegamos hasta aquí no podremos marcharnos sin dar una vuelta por esa maravilla del mundo que es Loch Ness.

Probablemente no nos encontremos con la bestia llamada Nessie, salvo en forma de recuerdo kitsch de cartón o como un gracioso peluche. Si estamos en automóvil vale la pena desviarnos hacia la izquierda por la carretera costera del Lago Ness para obtener algunas de las mejores vistas de la región.

Al llegar por primera vez a Inverness, se recomienda que tomemos algunos tours con guía para recorrer a pié la ciudad. Estos tours parten de la oficina de turismo y duran poco más de una hora.

También hay giras temáticas, como por ejemplo los nocturnos “Ghost Tours” y las “Iglesias a lo largo del lago” y, por supuesto los autobuses turísticos y los cruceros en el Moray Firth, donde no es raro ver uno o dos delfines.

Otras posibilidades para el turista incluyen un paseo a orillas del río Ness y alrededor de las Islas Ness, conectadas por una serie de pasarelas de la época victoriana.

Se cree que Inverness fue fundada durante el siglo XII por el rey David, por lo tanto, al ser tan antigua cuenta con muchos monumentos atractivos para ver, explorar y fotografiar, aunque, debido a haber atravesado varios períodos violentos en su historia, algunos de los edificios más antiguos han sido destruídos.

La joya de la corona de la ciudad, sin dudas, es el Castillo de Inverness, que fue construído hace cerca de 900 años, aunque el castillo debe a la época victoriana su actual fachada de piedra arenisca.
Por supuesto, vale la pena visitarlo y dar un paseo por el precioso entorno del mismo, considerado uno de los mas bonitos de Escocia.

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