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Lanzarote que ver y hacer en la isla
Lanzarote es una isla misteriosa y tremendamente atrayente, no deja indiferente a quienes la visitan. Es totalmente distinta al resto de las otras islas y encierra unos misterios que vas descubriendo a medida que recorres la isla volcánica, árida y negra por las cenizas que dejaron las erupciones de más cien volcanes en el siglo XVIII.
Toma buena nota de las recetas típicas que te vamos a recomendar, que los habitantes de Lanzarote heredaron de los aborígenes de la isla más llamativa de las Canarias.
Lugares para visitar
Lanzarote es una isla pequeña, por lo que la mejor opción es alquilar un coche y en cuatro días puedes visitar sus maravillosos lugares.
No dejes de visitar el parque Nacional de Timanfaya. Te sumerges en un mundo irreal, con terrenos invadidos por mares de lava, llama la atención la magnitud del cráter, parece más bien que uno está en la luna.
Siguiendo hacia el sur, encontramos el Golfo, con el lago que impresiona por el contraste de la roca negra y el verde turquesa del agua. Los hervideros son otra parada indiscutible para observar como las olas golpean fuertemente con las rocas.
Hacia el sur, parada obligatoria en las playas Blanca. Te sorprenderán sus colores verde esmeralda y aguamarina, con un fondo tan claro que te parecerá estar en el mismo caribe.
Después, hacia las playas Papagayo, te sumergirás en un camino desértico hasta llegar a las cinco playas famosas por sus diferentes tonos del mar que simulan ser este animal. Recala también en otras playas como las Mujeres, o las nudistas del Congrio y los Pozos.
En la parte central de la isla no te pierdas la Fundación Cesar Manrique. Este arquitecto, símbolo de Lanzarote, consiguió con sus obras que la isla fuera declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, en 1993. De sus famosas obras destacan las cuevas de los verdes, y Los Jameos del Agua. Si quieres que la visita sea aún más romántica, lleva a tu pareja por la noche. Hay un restaurante, actuaciones de grupos folclóricos y lugares para tomarse un copa.
Continuando este apasionante viaje nos adentramos hacia el norte para divisar en El Mirador del Río, la isla de la Graciosa.
Pero Lanzarote también encierra pueblos tan pintorescos como Teguise (famoso por su mercadillo tradicional); Haria, con el valle de las mil palmeras; y Arrieta, con sus casitas blancas y pescado rico. Y como lugar recomendado no dejes de visitar en Nazaret, el restaurante Lagomar esculpido en roca volcánica, también por el famoso arquitecto Cesar Manrique, donde podrás también tomarte unas copas por la noche.
La capital, Arrecife, cuenta con el aeropuerto y cerca de allí se encuentra Puerto del Carmen donde hay grandes complejos hoteleros y tiendas para comprar productos de perfumería a precios muy económicos.
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Cocina canaria
La gastronomía de Lanzarote te ofrece la posibilidad de tomar desde papas arrugadas con mojo picón, hervidas con mucha sal, hasta el pescado de los puertos pesqueros acompañado de Mojos (es una especie de salsa elaborada con una mezcla de aceite de oliva y especias), el Sancocho es uno de los guisados de pescado más tradicionales elaborados con sama, cherne o corvina.
La pierna de cerdo asada es otra de las especialidades, junto con las puntas de calamar, el marisco también es popular.
Los quesos con leche cruda de cabra acompañan muy bien a los vinos de la tierra, los blancos suelen estar muy ricos y hay diversos pueblos de la isla que los venden.
Cuentan sus vinos con denominación de origen, además de ser vinos de una calidad extraordinaria, su cultivo va creando paisajes irrepetibles como el de LaGeria, únicos en ese tipo de cultivo. Blancos dulces, semidulces, malvasía blanco son algunas de las variedades que se ofrecen en está isla.
El salmón ahumado es otra de las especialidades de esta isla, cuenta con empresas dedicadas a ello.
Entre los postres destacan las frutas tropicales, el helado de plátano o de gofio. Su legado lo adquirieron de los aborígenes, y consiste en grano tostado de trigo y maíz, que se degusta con leche, caldo de pescado o se mezcla con agua y sal.
